Rusia crea para sus militares en Siria una 'miniciudad' con casas, comedor y tiendas

Para evitar cualquier error en el transcurso de la operación rusa contra el Estado Islámico en Siria se ha desplegado para los pilotos en territorio del país árabe. El lugar es como una pequeña ciudad que dispone de todo tipo de comodidades.

Los militares que participan en el operativo ruso contra el Estado Islámico en Siria emprenden decenas de misiones diariamente para bombardear a los yihadistas. Antes y después del intenso trabajo se encuentran en un campamento móvil construido en un tiempo récord.

Los soldados de la base de Jmeimim viven en módulos separados. Estas particulares casas antes eran contenedores de 20 toneladas, fabricados en Rusia. En una habitación equipada con muebles y aire acondicionado residen cuatro personas. Ahora en Siria la temperatura es de 30 grados y en vez del habitual uniforme de camuflaje, los militares rusos usan otro, más ligero, de color beis. 

Según el portavoz de la Fuerza Aérea rusa, Ígor Klímov, en Siria fueron creadas todas las condiciones necesarias para que los militares rusos cumplan con éxito sus tareas. Actualmente en la base de Jmeimim se ha desplegado un sistema que garantiza el buen trabajo de los especialistas técnicos y de ingeniería de aeropuertos. 

En un plazo muy corto se han montado decenas de infraestructuras de campo, incluidos puntos de abastecimiento de combustible, almacenes, cocinas móviles y refugios militares.

 

Para alimentar bien a los militares, en el campamento funcionan seis cocinas. Los pilotos reciben una alimentación equilibrada y rica en proteína, ya que tienen que recuperar las fuerzas. La carne y los vegetales son locales, pero la mayoría de los productos llegan desde Rusia. Los cocineros son también rusos. Incluso han creado una pequeña fábrica de pan donde diariamente se hornean más de mil piezas, todas hechas con harina rusa.

 

En el territorio también hay un complejo móvil de lavadoras, donde además planchan las sábanas para el personal. Los militares se pueden duchar diariamente y una vez a la semana ir a la tradicional sauna rusa, aunque con un clima tan caluroso por ahora hay pocos que usen este servicio. Por si fuera poco, en el campamento abrieron una tienda donde se pueden comprar artículos con rublos.

 

El horario de los vuelos de combate es programado con antelación. Así, los pilotos pueden no solo preparase bien para la tarea, sino también descansar. Y tienen todo lo necesario para no distraerse de su misión principal en Siria, que es ayudar desde el aire al Ejército del país árabe en su lucha contra el Estado Islámico.

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