'Rusia podría ser expulsada del G8, la
mesa de las grandes potencias, si continúa con su invasión en Crimea, la
península del sur de Ucrania', advirtió duramente este domingo el
secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
Por otro lado, la Casa Blanca informó este domingo que el mandatario
de los Estados Unidos, Barack Obama, conversará con otro países sobre
la crisis en el país. "Tiene previstas llamadas a nuestros socios y
aliados en otros países", indicó el vocero Josh Earnest.
Kerry aseguró que Moscú corría el riesgo de caer en el "aislamiento
económico" y de sufrir "sanciones" internacionales si no retiraba sus
tropas de Crimea. El funcionario hizo estas declaraciones en varios
programas matinales de medios estadounidenses.
"Si Rusia quiere ser un país miembro del G8, debe comportarse como un país del G8"
El presidente ruso, Vladimir Putin, "podría no tener su (lugar en la
cumbre del) G8 en Sochi, y podría incluso no seguir en el G8 si esto
continúa", amenazó el responsable de la diplomacia estadounidense en la
cadena NBC.
Por su parte, Francia y el Reino Unido anunciaron el domingo que
suspendían su participación en las reuniones preparatorias de la cumbre
del G8 de Sochi, prevista para junio. La Casa Blanca había indicado el
sábado de noche que Estados Unidos contemplaba hacer lo mismo.
"Si Rusia quiere ser un país miembro del G8", el club de las grandes
potencias, "debe comportarse como un país del G8", dijo Kerry en la
cadena de televisión CBS, al tiempo que condenó el "increíble acto de
agresión" en Ucrania.
En respuesta a la actitud rusa, Ucrania
anunció el domingo el llamado a sus reservistas, mientras los países
occidentales continuaban analizando las distintas alternativas para
lograr el repliegue de las tropas rusas en Crimea.
La crisis ucraniana está focalizada en la región que bordea al Mar
Negro, llamada Crimea, y donde una mayoría de la población se identifica
con Rusia, país al que pertenecieron hasta poco antes de la
desintegración de la Unión Soviética. Al sur de Crimea, en el puerto
Sebastopol, Moscú posee una importante base militar para su flota de
guerra, que se ha convertido en el principal punto en conflicto con
Ucrania, después de la destitución del presidente Víktor Yanukovich.
El sábado, el Parlamento ruso autorizó al presidente Vladimir Putin a
desplegar tropas sobre la región de Crimea, lo que fue interpretado por
el primer ministro ucraniano como una "declaración de guerra". Se trata
de la mayor crisis en las relaciones de Moscú con Occidente desde la
caída del Muro de Berlín.
Tras ignorar las advertencias del viernes del
presidente estadounidense Barack Obama de que se mantuviera fuera de
Ucrania, Rusia avanzó con la ocupación de la zona de conflicto, aunque
se desconoce todavía si planea avanzar más allá de Crimea.
La del domingo es la segunda advertencia que hace Kerry. Ya el
sábado a la noche el secretario de Estado había emitido un comunicado en
el que fustigaba "la invasión y la ocupación" de Ucrania por Rusia, que
pone en peligro "la paz y la seguridad" de toda la región. En la misma
declaración, denunció la "violación" por parte de Moscú de la
"soberanía" y "la integridad territorial" de Ucrania y de las
convenciones internacionales, en particular las de Naciones Unidas.
"En el siglo XXI, sencillamente uno no se puede comportar como en el
siglo XIX e invadir a otro país", se quejó el secretario de Estado.
A pesar de que suele buscar compromisos con Moscú, el domingo John Kerry se mostró particularmente duro:
"El G8 y algunos otros están dispuestos a ir hasta el final para aislar
a Rusia a causa de esta invasión. Están dispuestos a aprobar sanciones,
están dispuestos a aislar económicamente a Rusia".
Pagará "un precio enorme", amenazó Kerry. "Estados Unidos y el
presidente (Barack Obama) contemplan actualmente todas las opciones,
están todas sobre la mesa", dijo a la cadena ABC.
Sin embargo, el secretario de Estado aclaró que lo último que quiere
Estados Unidos es la opción militar en este tipo de situaciones.
"Queremos una solución pacífica", enfatizó.
Moscú ha elevado su gasto en defensa en más de un 30 por ciento
desde la guerra en Georgia en 2008 y ha manifestado su deseo de dominar
su esfera de influencia local, particularmente
el Artico y el área de la antigua Unión Soviética.
"Las fuerzas rusas aún no se comparan a las nuestras", dijo
consultado por el poderío militar ruso el ex oficial de la Marina de
Estados Unidos y hoy asesor del Instituto para el Estudio de la Guerra
en Washington, Christopher Harmer. "Pero saben donde usarlas y a diferencia de nosotros tiene la disposición a hacerlo".
Rusia realizó el año pasado uno de los
mayores ejercicios militares desde el fin de la Guerra Fría, incluyendo
un gran simulacro en Bielorrusia.
Los países de la OTAN no tiene obligaciones legales que los aten en
una alianza con Ucrania, pero los funcionarios occidentales han apoyado
en su mayoría a quienes destituyeron la semana pasada al presidente
ucraniano pro ruso Viktor Yanukovich.
Por su parte, al menos 10.000 manifestantes marcharon el domingo por
el centro de Moscú para apoyar la invasión a Ucrania, un día después de
la decisión de utilizar la fuerza militar en el territorio de su
vecino.
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