MIM-104 Patriot fabricado por Raytheon
El
Departamento de Defensa estadounidense intenta solicitar 4.500 millones
de dólares adicionales en los próximos cinco años para reforzar su
sistema de defensa antimisiles.
La
medida se tomará parcialmente en respuesta a las pruebas fallidas que
indicaron que los sistemas interceptores construidos por Raytheon no se
pueden considerar fiables, según informó la agencia Reuters citando a
Riki Ellison, presidente de la organización sin fines de lucro Missile
Defense Advocacy Alliance, y a dos fuentes del Congreso.
Unos 560 millones de esos fondos se destinarán a la elaboración de
nuevos sistemas interceptores, lo que podría llevar hasta cinco años.
Hasta esa fecha el Pentágono gastará otra parte de los fondos a medida
que se asignen para reparar los 'vehículos asesinos' de Raytheon
existentes.
Además, 1.000 millones de dólares se destinarán a comprar e instalar un nuevo radar en Alaska.
Aunque varios legisladores han llamado a establecer recortes en los
presupuestos del Pentágono, se espera que esta solicitud del
Departamento de Defensa obtenga el apoyo tanto de los demócratas como de
los republicanos, preocupados por el desarrollo de los programas
nucleares de Corea del Norte e Irán.
Los 30 interceptores con base en tierra en EE.UU. llevan alguno de
los dos tipos de Vehículo Exoatmosférico de Destrucción: 20 cuentan con
los CE-1 y otros 10 con los CE-2.
Ambos fallaron en las pruebas. Mientras se intenta solucionar esos
fallos, las empresas Raytheon, Boeing y Lockheed Martin seguirán
desarrollando un nuevo misil interceptor que sea más eficaz y barato.
El mes pasado China probó exitosamente un vehículo hipersónico capaz
de transportar cabezas nucleares penetrando el sistema de defensa
estadounidense.
Mientras tanto Estados Unidos sigue reforzando su escudo antimisiles
en Europa. Este mismo mes un buque destructor estadounidense USS Donald
Cook, dotado del sistema Aegis capaz de interceptar misiles balísticos,
zarpó hacia España y se planea que se le unan otras tres naves de este
tipo en los próximos dos años.
Esto no pasa desapercibido para Moscú. El pasado sábado el
Ministerio de Relaciones Exteriores ruso aseguró que si los
estadounidenses continúan desarrollando su sistema de defensa
antimisiles, Rusia se verá obligada a retirarse del Tratado sobre las
Armas Estratégicas Ofensivas.
De acuerdo con el jefe del departamento de seguridad y de desarme
del Ministerio de Exteriores, Mijaíl Ulianov, Rusia no va a esperar "con
los brazos cruzados" a que el potencial de defensa antimisiles global
de EE.UU. llegue a un punto crítico.
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