Irán ha lanzado un aviso a EE UU, Reino Unido y el resto de países que avanzan hacia una inminente acción militar contra el régimen sirio. Teherán ha apuntado directamente a un ataque a Israel como consecuencia directa de una intervención armada en Siria. "Si EE UU ataca Siria, las llamas de la indignación de los revolucionarios de la región apuntarán al régimen sionista", ha asegurado Mansur Haqiqatpur, destacado miembro del parlamento iraní, a la agencia Fars recogidas por The New York Times. Irán, junto con Rusia uno de los principales aliados de El Asad, ha acusado ya en varias ocasiones a Israel de querer derribar al régimen sirio. Moscú ya ha avisado en repetidas ocasiones de las "graves consecuencias" de una acción armada contra Siria.
Por su parte, la Liga Árabe, reunida de urgencia este martes en El Cario, se ha mostrado en contra de un ataque. Los miembros de la organización aseguran que no hay duda de que el régimen sirio "es totalmente responsable de este crimen atroz", algo que consideran inaceptable, y piden una acción urgente en el marco de Naciones Unidas y que los responsables sean juzgados en tribunales internacionales.
Turquía se sumará a una eventual coalición militar internacional contra el régimen sirio, incluso si no se logra un respaldo amplio en Naciones Unidas. Ahmed Davutoglu, el ministro de Exteriores, ha dicho este martes al diario Milliyet que “prioriza” el paraguas de la organización internacional pero aboga por “otras alternativas” si el consenso no se logra con urgencia. La prensa turca cita fuentes oficiales al afirmar que Ankara estaría dispuesto a poner medios y personal. Además, permitiría el uso de las bases norteamericanas en Incirlik y Esmirna, desde donde se podrían atacar las baterías antiaéreas de Siria, rebajando su capacidad defensiva y lanzando una primera advertencia. Su papel de país fronterizo, refugio de desplazados, víctima de disparos y atentados, lo convierte en uno de los primeros interesados en acabar con la guerra, informa Carmen Rengel desde Jerusalén.
Arabia Saudí y Catar están por atacar e implicarse. Les convence la idea de golpes puntuales y dolorosos. Saud al Faisal, el canciller saudí, ha llamado a la comunidad internacional a tomar posiciones “serias y decisivas”. Ambas naciones han forzado este martes una reunión de la Liga Árabe —organismo que suspendió a Siria en 2011— con un comunicado final en el que no se ha citado siquiera la posibilidad de una incursión militar, pero sí se ha cargado con contundencia contra El Asad, acusándolo de “genocidio” por el supuesto ataque químico de Ghuta y exigiendo que los culpables sean procesados internacionalmente. Irak, Líbano y Argelia no apoyaron el texto.
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