La Fuerza Aérea se prepara para llevar
adelante un puente aéreo como no se hacía desde el conflicto por
Malvinas; esta vez el destino es la Antártida. La maniobra tiene el
propósito de completar el combustible y los insumos que necesita la Base
Antártica Marambio para funcionamiento y calefacción durante la
invernada. En la megaoperación logística participarán cuatro aviones de
transporte C-130 Hércules, todos veteranos de la guerra, que acumulan
cientos de horas de vuelo, con fallas recurrentes propias de un sistema
exigido más allá de los límites operativos. El titular del Estado Mayor
Conjunto, brigadier general Jorge Chevalier, y su colaborador directo,
el brigadier mayor Humberto Trisano, responsables de planificar, dirigir
y ejecutar la actividad logística antártica según lo establece el
Decreto Nº 11.798/2008, tiraron una brasa ardiente a sus colegas de la
Fuerza Aérea para salir del atolladero provocado por deficiencias
técnicas, errores de gestión y demoras inexplicables de los medios
alquilados para el aprovisionamiento de las bases antárticas.
En medio de una situación adversa por el avance del hielo duro y
debido a que su casco es incapaz de penetrarlo, el buque holandés Timca
no pudo completar la provisión de Marambio, tarea que abandonó. Falta
una última maniobra: retirar la basura de la Base Antártica Esperanza y
luego el Timca dejará la Antártida y enfilará hacia Ushuaia o Río
Gallegos. Son escalas obligadas porque allí tendrá que descargar más de
dos millares de tambores de 200 litros de gasoil antártico (GOA), además
de carga general destinada a Marambio que será luego reenviada por el
puente aéreo de los Hércules. "Si poníamos la carga en una botella
lanzada al mar, es probable que nos iba a ir mejor", ironizó una fuente
militar.
La travesía y operación de un Hércules en Marambio ronda los 59.000
dólares por vuelo; los planificadores estiman que se realizarán 35 para
completar el combustible de la base, operación que agrega más de dos
millones de dólares a la cuenta de 16 millones de esa moneda que abonó
Defensa por la fallida tercerización de la logística antártica. Una vez
más se hace sentir la ausencia del rompehielos Almirante Irízar -sujeto a
reparaciones sin fecha cierta de finalización- en el sostén logístico
del país cuyo despliegue antártico es el de mayor envergadura del mundo;
seis bases permanentes: Orcadas, Marambio, Carlini (ex Jubany),
Esperanza, General San Martín y General Belgrano II; y siete bases de
actividad temporaria: Almirante Brown, Teniente Matienzo, Primavera,
Teniente Cámara, Melchior, Petrel y Decepción.
La logística iba a ser resuelta en 35 días; según el Plan Antártico
de la Campaña de Verano 2012-2013, se superó por más del doble el lapso
previsto y la misión no se cumplió. Los científicos de la Dirección
Nacional del Antártico (DNA) que trabajan año a año en el continente
blanco fueron los primeros en dar la voz de alerta cuando notaron que la
campaña que habitualmente comienza en diciembre sufrió un atraso y
arrancó a mediados de febrero, fecha que aproxima el peligro de la
formación de hielo y el cambio de las condiciones climáticas al rigor
del invierno; así sucedió. El arranque tardío y una seguidilla de
problemas técnicos del Timca y del helicóptero Kamov 32, alquilados a la
empresa Transport & Services, signaron el fracaso de la logística.
Pudo haberse salvado Marambio si se hubiera contado con los dos
helicópteros de origen ruso MI-17 adquiridos por la Fuerza Aérea en 2011
cuya misión exclusiva es la operación en la Antártida: tienen capacidad
de carga externa de 3,5 toneladas. Disponer de esos aparatos es resorte
del Comando Operacional del Estado Mayor Conjunto a cargo de Trisano.
La ausencia disparó un pase de facturas entre los aviadores. El jefe
Chevalier, urgido por el expediente que abrió el juez federal Luis
Rodríguez para investigar a Arturo Puricelli y otros militares a raíz de
presuntas irregularidades en la ejecución de la campaña denunciadas por
el diputado nacional Manuel Garrido, exfiscal anticorrupción, envió una
nota a su colega Costantino fechada el 7 de mayo. El texto dice:
"Requiero al señor Jefe tenga a bien confirmar antes del 14 de mayo si
las actuales limitaciones que afectan la operación del sistema MI 17
serán superadas para poder contar con las dos aeronaves en la CAV
2013-2014 con factibilidad operativa y logística-técnica para: 1) operar
con la máxima carga de 4 toneladas, 2) hangarar las aeronaves en
Marambio, 3) contar con equipos de supervivencia adecuados, 4) cruzar en
vuelo desde Ushuaia a Marambio/ Frei (Chile) y otras bases detallando
la autonomía remanente, 5) superar toda otra limitación de
adiestramiento de las tripulaciones y de su equipamiento".
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