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El lanzamiento de un misil balístico desde un buque de la armada iraní genera preocupaciones globales

Irán ha alcanzado una etapa muy avanzada en su programa nuclear militar y además lanzó con éxito un misil balístico desde un barco de la armada. El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) anunció el martes que ha lanzado misiles balísticos de largo alcance desde un buque de guerra por primera vez. Según informa Iran International, un sitio web operado desde Londres por la oposición al régimen, el IRGC lanzó dos misiles balísticos desde el buque de guerra Shahid Mahdavi. El IRGC afirma que los misiles pueden alcanzar objetivos hasta a 1,700 kilómetros (1,050 millas) de distancia. “El IRGC ha iniciado el lanzamiento de misiles balísticos en el Golfo de Omán por primera vez”, informó la televisión estatal. El Jefe del IRGC, Hossein Salami, declaró: “El lanzamiento de un misil balístico de largo alcance desde el buque de guerra se realizó con éxito”. En una advertencia el martes, Salami dijo: “En caso de un conflicto naval y que nuestros barcos sean objetivo, respondere

La leyenda de la Caballería Polaca


El 1 de septiembre de 1939 las tropas de Hitler iniciaron un conflicto mundial al invadir a su vecina Polonia. Las prioridades nazis estaban claras: conquistar en el menor tiempo posible el territorio haciendo uso de una de las estrategias militares más revolucionarias hasta la fecha, la "blitzkrieg" (guerra relámpago). Esta táctica consistía en valerse de su superioridad tecnológica para sorprender a los enemigos con un asalto llevado a cabo con todo tipo de vehículos rápidos (blindados o motocicletas). Sus contrincantes, que no habían visto hasta ese momento una estrategia como esa, no tenían tiempo de reaccionar antes de ser masacrados. 

Los alemanes se toparon con un ejército polaco en el que la caballería aún contaba con un papel primordial. En ese momento, algunos oficiales polacos creían que era imposible que los jinetes cayeran ante las balas enemigas. Precisamente, Polonia no contó con carros de combate hasta 1936, en el que compró menos que 40. Ante la fuerza arrolladora de Alemania, a sus vecinos sólo le quedaba la opción de resistir hasta recibir la ayuda de alguno de sus aliados europeos.

Entre los primeros objetivos de los nazis se encontraba el corredor de Pomerania, un pequeño territorio cerca del pueblo de Pomorze que le otorgaba un acceso directo al mar Báltico. Para Hitler era necesario tomar este pasillo que le había sido arrebatado al pueblo alemán. Para ello, destinaron nada menos que al 4º Ejército alemán. 


Esta historia sucede en esta zona, en la que el alto mando polaco había afincado dos divisiones de infantería y una brigada de caballería con la intención de evitar la toma de Pomerania por parte de los alemanes.

Según el mito, la unidad de jinetes que se encontraba en este territorio, conocida como Brigada de Caballería "Pomorska", llevó a cabo lo que sería recordado como uno de los mayores actos de valor durante de la Segunda Guerra Mundial. Según se cuenta, la caballería cargó, lanza y espada en ristre, contra una unidad de tanques alemanes. Los Panzers, masacraron a los valientes caballeros haciendo valer su superioridad tecnológica.

La leyenda afirma que la derrota fue tan aplastante que la carga de la "Pomorska" fue la última de la historia, al menos durante un conflicto militar. Y es que este combate dejó sin argumentos a los que apoyaban la caballería. Estaba claro, la época del jinete había tocado a su fin.
  
 
La leyenda habla de valentía y honor pero ¿se produjo realmente esta carga?. Según diferentes historiadores este mito es falso. Los hechos se sucedieron de una forma totalmente distinta, y comenzaron cuando las tropas polacas tuvieron que retirarse hacia el sur del corredor de Pomerania ante la presencia de un gran contingente alemán.

Contra quién realmente combatió la "Pomorska" durante la guerra fue una unidad alemana motorizada que contaba con algunos vehículos, pero no con blindados. La Brigada de Caballería "Pomorska" libró todo un día de choques con la 20º División de Infantería Motorizada alemana a lo largo del río Brda, obligando al comandante enemigo a pedir permiso para replegarse "ante una intensa presión de caballería enemiga". 


Ese mismo día (2 de septiembre de 1939), la "Pomorska" libraría la batalla que le otorgó su fama, aunque no fue contra blindados. A última hora de la tarde el jefe del 18º Regimiento de Lanceros, coronel K. Mastelarz, mandó una incursión de dos escuadrones tras las líneas enemigas. Tras salir al galope de un bosque, sorprendieron al descubierto a un batallón de infantería alemán y cargaron al sable contra la atónita unidad enemiga.

Los jinetes consiguieron diezmar al regimiento enemigo, pero finalmente la tecnología dio la victoria a los alemanes cuando varias de sus autoametralladoras hicieron retirarse a los caballeros. Después del combate, 20 de los 50 polacos que formaban la unidad de la incursión habían muerto, y entre ellos estaba su comandante. Al día siguiente se llevó al lugar corresponsales de guerra y se les dijo que los jinetes habían cargado contra carros de combate.
Esta historia se fue magnificando hasta convertirse en parte de la propaganda alemana y en uno de los mitos más duraderos de la campaña de Polonia.
  

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