En caso de una guerra, Rusia recurriría a métodos no convencionales para derrotar a las fuerzas navales de Estados Unidos, opina el experto militar ruso Alexéi Leonkov en su artículo para el semanal ruso Zvezda.
En agosto, el diario estadounidense The National Interest publicó un artículo de Kyle Mizokami, quien analiza los resultados de una hipotética batalla entre un acorazado estadounidense clase Iowa y un buque ruso clase Kirov en los años 80 del siglo pasado.
La clase Kirov, según la clasificación de la OTAN, son cruceros de misiles guiados. El experto ruso Leonkov opina que el autor se refería al buque Piotr Veliki (Pedro el Grande). Mizokami describe una hipotética batalla en la que el buque de EEUU intercepta al crucero ruso que quería detener el avance del grupo naval de EEUU.
"Esto es absurdo. Nuestros barcos no van solos a las misiones de combate, es decir para cazar un grupo naval estadounidense se usaría un grupo naval ruso. La diferencia sería solo en la composición y el número de barcos", comenta Leonkov.
Además, el experto ruso observa que "es una tontería comparar cosas incomparables: un acorazado de artillería y un crucero de misiles".
"Este tipo de artículos en los medios estadounidenses alimentan la idea de una guerra victoriosa fácil en la que la Armada de EEUU derrota a la flota y las bases del enemigo sin tener pérdidas en sus formaciones de batalla", señala el analista ruso.
Según el experto, la mayoría de estos estrategas esperan además que Rusia se involucre en una carrera armamentista que agote su economía, "pero están equivocados".
"No vamos a luchar contra un enemigo potencial, que dispone de un mayor número de buques, a través de unos métodos tradicionales. Destruiremos sus barcos y submarinos con modernos sistemas antibuque a distancia".
El experto subraya que los sistemas de misiles Kalibr rusos ya han demostrado una alta eficiencia en Siria. También existen versiones antisubmarinas del Kalibr con base en mar, así como aéreas. Los aviones de la Armada rusa y las Fuerzas Aeroespaciales están equipados con nuevos misiles de crucero Kh-35E y Kh-32. Al mismo tiempo, la aparición del novedoso misil antibuque Kinzhal ha aumentado la eficiencia de la interacción entre las fuerzas aéreas y navales en la lucha contra los grupos de combate de los enemigos potenciales, y también allanó el terreno para la creación del misil hipersónico Tsirkon.
"El comando de la Armada rusa no se hace ilusiones sobre los combates navales ni juega a las batallas navales virtuales. Tenemos solo un criterio verdadero que es la práctica", concluye Leonkov.
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