La creación de la Fuerza Espacial como sexta rama de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, podría tener resultados dañinos para el país norteamericano, consideró el experto militar Loren Thompson en un artículo para Forbes.
A mediados de junio del año corriente, el presidente de EEUU, Donald Trump, ordenó al Departamento de Defensa crear la Fuerza Espacial. Sin embargo, no aclaró más detalles acerca de su propuesta, ni tampoco explicó por qué el esquema militar actual en relación al espacio no es el adecuado.
De acuerdo con Thompson, la mejor opción para EEUU sería conservar la estructura militar actual del país y solamente mejorarla. En su artículo, el experto citó una serie de razones por las cuales la creación de una Fuerza Espacial podría terminar siendo un fracaso.
Antes que nada, las Fuerza Espacial afectará a las relaciones clave entre los departamentos militares. El Ejército de EEUU es extremadamente dependiente de los sistemas orbitales, la geolocalización y las comunicaciones por satélite, y la creación de una nueva rama interrumpirá las comunicaciones que se han construido durante muchos años, apuntó Thompson.
El experto consideró, además, que surgirán "nuevas barreras" en el camino de la cooperación entre los diferentes departamentos, lo que puede conducir a una interacción deficiente. Thompson subrayó que se ha invertido una gran cantidad de esfuerzo en derribar esas barreras y la creación de una Fuerza Espacial supone nuevos obstáculos a la cooperación.
Al mismo tiempo, la Fuerza Espacial no tendrá los recursos de otras estructuras, subrayó el experto. La nueva rama terminará vaciando recursos de actividades más productivas, ya que requerirá su propia doctrina, personal, organizaciones especiales de apoyo, uniformes y otros elementos que no existen todavía.
Asimismo, el experto advierte que el muy limitado enfoque de la Fuerza Espacial hará que dependa demasiado de la industria. La unidad necesitará el apoyo de empresas privadas en el aspecto técnico, consultoría, auditoría y otras áreas.
Además, según Thompson, la nueva rama terminará repitiendo las funciones ya ejercidas por otros departamentos. Es poco probable que la Fuerza Aérea de EEUU deje de combatir las amenazas cibernéticas, por ejemplo, por lo que la Fuerza Espacial tendrá que crear organizaciones similares a las que ya existen y competir por empleados calificados con otros departamentos.
Thompson también consideró que después de la creación de la Fuerza Espacial, los otros servicios militares tendrán pocos incentivos para invertir en la comprensión del Espacio y, posteriormente, este campo será abordado por una sola estructura, aislada de todas las otras.
Sin embargo, la Fuerza Espacial no puede existir sin la ayuda de otros departamentos, apuntó el experto. Los satélites en órbita son vulnerables y siguen rutas conocidas. Aunque sea posible fortalecerlos, jamás podrán defenderse por sí mismos, por lo que la nueva rama necesitará interactuar con otras unidades que la protejan.
En conclusión, Thompson escribe que es bastante probable que la idea de crear una nueva Fuerza Espacial pronto será rechazada, ya que la capacidad de defensa de EEUU puede terminar seriamente dañada por ello.
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