Durante 15 días estuvo en el Mar Argentino, visitó Camarones y se adiestró en el mar.
Ayer al mediodía arribó a la dársena de la Base Naval Puerto Belgrano la corbeta ARA “Espora”, que había zarpado el pasado 28 de agosto para cumplir con la misión de hacer una patrulla de control de los espacios marítimos en la Zona Económica Exclusiva.
A su arribo fue recibida por el comandante de la Flota de Mar, contralmirante VGM Juan Carlos Temperoni, que saludó al comandante de la unidad, capitán de fragata Daniel Francisco Finardi, y a la dotación formada en la cubierta de vuelo.
Luego de una escala logística en la Base Naval Mar del Plata, donde recibió las instrucciones del Área Naval Atlántica, y de evaluar la meteorología, la corbeta “Espora” continuó su navegación hacia las 200 millas, “haciendo presencia en nuestro mar”, explicó el comandante del buque.
“Navegamos hacia el sur hasta la provincia de Santa Cruz. Más allá de cumplir con la tarea principal –la identificación del tráfico marítimo en la zona--, aprovechamos la navegación para hacer todo el adiestramiento interno del buque”, comentó. Así, se llevaron a cabo: roles de emergencia; ejercicios de lucha contra incendio y control de averías; rol de abandono; cubrir puestos de combate para adiestrar a la gente y para evaluar el comportamiento de los diferentes equipos del buque.
Asimismo, el buque se destacó a Bahía Camarones, en la provincia de Chubut, donde una comisión realizó visitas protocolares. El comandante de la unidad, acompañado por el jefe del Destacamento Naval Comodoro Rivadavia, capitán de fragata Martin Vargas, y el subjefe, teniente de navío Tomás Leiva; y la teniente de corbeta Érica Bibbo, de la “Espora”, visitaron a la intendente de Camarones, Ramona Rosales.
En Camarones también visitaron la Escuela N°16 Justo José de Urquiza, que pertenece a la educación pública estatal y dispone además de régimen de internado, jardín de infantes nivel inicial, EGB1 y EGB2. Este establecimiento educativo estaba apadrinado por el crucero ARA “General Belgrano” y, luego de su hundimiento, la Dirección General del Material Naval tomó su padrinazgo.
Fondeados en la zona, la tripulación de la “Espora” aprovechó para hacer adiestramiento náutico con embarcaciones menores.
Durante el regreso, la corbeta realizó navegación costera “que es parte del adiestramiento. Volvimos navegando a una distancia de 10 millas de la costa, haciendo reconocimiento de costa y de faros”, comentó el capitán Finardi.
Para esta navegación la tripulación de la unidad se incrementó al máximo de su capacidad, siendo un total de 102 personas. “Fue una navegación muy bien aprovechada por todos y la meteorología nos acompañó, por lo que volvemos muy satisfechos”, finalizó.
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