Tras superar los cuestionamientos de la Contraloría General al procedimiento de compra, parlamentarios integrantes de la Comisión de Inteligencia del Congreso nacional del Perú anunciaron que en el primer semestre del año 2014, el país suramericano adquirirá su primer satélite de alta resolución.
La Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (CONIDA), entidad relacionada a la Fuerza Aérea del Perú, registró en el Sistema Nacional de Inversión Pública del Ministerio de Economía y Finanzas el proyecto de adquisición de un satélite en el mes de agosto 2005, código SNIP 21918. A mediados del año siguiente, el Congreso aprueba la ley 28799 mediante la cual se declara de interés nacional la implementación del Centro Nacional de Operaciones de Imágenes Satelitales, con la finalidad de lograr independencia en la generación, recepción, procesamiento y distribución de imágenes. En mayo del año 2010, CONIDA concluye el estudio de factibilidad sobre la compra de un satélite, en el que se proyecta un costo aproximado de 498 millones de soles (alrededor de 178 millones de dólares).
Desde una resolución de 2.5 metros, se ha ampliado los requerimientos a nivel sub-métrico, hasta 0,70 metros, una alta exigencia para las imágenes. Si bien es cierto que usualmente a mayor resolución, menor cobertura, la sofisticación del aparato de órbita polar (lo más usual para satélites de teledetección) puede compensar ello al integrar cámaras de alta resolución y cámaras de barrido ancho, pero depende directamente de los objetivos del Ministerio de Defensa del Perú y las propuestas de las empresas póstoras.
Cabe recordar que en el mes de mayo 2011, la compañía británica SSTL presentó una interesante propuesta al Ministerio de Defensa del Perú que comprendía el acceso inmediato a un satélite en de mediana resolución en órbita, el lanzamiento de dos satélites, uno de alta resolución (1 metro de resolución y 20 kilómetros de barrido) y otro de mediana (22 metros y 320 kilómetros de cobertura). El paquete incluía transferencia tecnológica y capacitación a técnicos peruanos. La propuesta fue descartada y recientemente, el ministro de Defensa, Pedro Cateriano ha conversado con empresas francesas y españolas sobre el tema. Corea del Sur también ha facilitado acceso a satélites como parte de la oferta de compra y co-producción de los aviones turbo-prop KT-1P.
El primer satélite peruano tendrá aplicaciones multisectoriales, en la planificación de carreteras, ferrocarriles, desarrollo urbano y rural, monitoreo ambiental y de desastres naturales, minería, control forestal, estudios marítimos, investigación, combate al terrorismo y narcotráfico, control de fronteras, entre otros. Contribuirá también con el producto bruto interno del país durante su ciclo de vida al facilitar la gestión de herramientas de desarrollo.
La congresista Ana María Solorzano, presidenta de la Comisión de Inteligencia afirmó que el satélite es indispensable, toda vez que otros países de la región disponen no de uno sino varios aparatos en órbita, y que ahora finalmente confluyen la voluntad política con la decisión de compra de un instrumento tan útil para el país.
El costo estimado del satélite es de 573 millones de soles, unos 205 millones de dólares al tipo de cambio vigente.
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