Lon
números que no cierran y necesidades que se multiplican , la
recuperación del rompehielos Almirante Irízar está llamada a convertirse
en un nuevo escándalo en torno del Ministerio de Defensa y la flota de
la Armada.
En
los últimos seis años, el Gobierno ha destinado nada menos que $ 914
millones entre la reparación del buque, que se incendió en abril de 2007
en plena campaña antártica, y el alquiler de naves para cumplir las
sucesivas tareas de abastecimiento de las bases antárticas.
El monto surge de la suma de los 581 millones de pesos ya gastados
en la recuperación del rompehielos , en el astillero Tandanor, y los 333
millones (US$ 75 millones, calculados sobre la base del dólar oficial,
al cierre de cada año) pagados en los últimos seis años por el alquiler
de buques internacionales que sustituyeron al inutilizado Irízar en las
campañas antárticas.
Con esa inversión (en total, más de $ 900 millones) se podrían haber
comprado cuatro rompehielos (usados, pero en condiciones, a razón de
200 millones por unidad) en el mercado internacional. O comprar sólo uno
y reponer la flota altamente deteriorada de la Armada, al extremo de
haber visto hundirse ante sus propias narices, en la Base Naval de
Puerto Belgrano, el antiguo destructor Santísima Trinidad, el 21 de
enero pasado, después de dañarse una de sus tuberías.
El rompehielos Irízar, de 121 metros de eslora y 15.000 toneladas de
desplazamiento, se incendió en la noche del 10 de abril de 2007, cuando
navegaba a 250 kilómetros de Puerto Madryn, rumbo a Buenos Aires.
Comandados por el capitán Guillermo Tarapow, sus 296 ocupantes debieron
ser evacuados en botes salvavidas.
Siendo Nilda Garré ministra de Defensa, el Gobierno tomó la decisión
de reconstruirlo y arrendar el buque polar ruso Vasily Golovnin
-reemplazado este año por el barco holandés Timca- para las siguientes
campañas antárticas. La recuperación del rompehielos Irízar se lleva
adelante en los talleres navales del astillero Tandanor, que cuenta con
1400 metros de muelles propios, grúas flotantes y unidades móviles.
Privatizado por Carlos Menem y reestatizado por Néstor Kirchner, el
astillero fue incorporado hace tres años al Complejo Industrial Naval
Argentino (Cinar).
Según pudo saber LA NACION, el Ministerio de Defensa lleva
invertidos $ 491 millones en los trabajos del Irízar, a lo que se suman
otros $ 90 millones aportados por la Armada para garantizar las
condiciones de seguridad y salvamento (botes, chalecos salvavidas y
otros elementos para 313 tripulantes).
Hasta el momento, según revelaron fuentes allegadas al ámbito naval,
sólo se completaron parcialmente los trabajos previstos para la
reconstrucción del rompehielos, por lo que se estima que el buque no
estará listo para la próxima campaña 2013/2014. "Se instalaron los
motores y las líneas de media tensión. Pero falta completar todo el
cableado, los conectores, la mesa de control, el sistema de
abastecimiento de combustible y el sistema de escapes", dijo la fuente
consultada, al estimar que están pendientes los tramos más delicados de
la restauración.
LA NACION consultó al Ministerio de Defensa sobre la marcha de los
trabajos para recuperar el rompehielos Irízar, pero no obtuvo
respuestas.
Rumbo a la incertidumbre
Peritos navales consultados coincidieron en que "si la obra no entra
en un ritmo más avanzado, el futuro del buque será incierto". Y
estimaron que para completar los trabajos pendientes será necesario
invertir unos $ 200 millones más.
Acerca del costo que implicaría adquirir un nuevo rompehielos, para
estar en condiciones de encarar la próxima campaña antártica, fuentes
navales estimaron que ello requeriría una inversión de entre 20 millones
y 50 millones de dólares. "Los valores dependen del instrumental y del
equipamiento: si hay material de última generación, los motores, los
sistemas, los hangares", explicó una fuente conocedora de las exigencias
que requiere una inversión de esta naturaleza.
"Habría que mirar a los países nórdicos -Noruega, Suecia, Finlandia-
o a los países de la ex Unión Soviética", planteó un marino dedicado a
los peritajes navales, al considerar dónde podría encontrar el Gobierno
vendedores apropiados para una unidad en condiciones de ir a la
Antártida. Construido en 1977 en los astilleros Wärtsilä, en Helsinki,
el rompehielos Irízar cumplía todos los requisitos como buque polar,
condición que no tenía el Timca, que frustró la campaña por sus
limitaciones y deficiencias. Como informó LA NACION la semana última, a
la base Marambio, en el continente blanco, sólo llegó el 60% del
combustible y el personal corre riesgos de quedar aislado y sin reservas
en septiembre.
El escándalo que envuelve a la campaña antártica por el millonario
alquiler de un barco y de dos helicópteros que no pudieron abastecer a
las bases argentinas se suma a otros fracasos resonantes recientes, como
el embargo de la Fragata Libertad, que estuvo retenida 77 días en
Ghana; la rotura de dos generadores de la corbeta Espora, que quedó
varada más de dos meses en Sudáfrica; el hundimiento del destructor
Santísima Trinidad en una dársena de la base naval de Puerto Belgrano, y
la avería del buque Canal Beagle, cuando navegaba rumbo a Ushuaia, en
febrero último.
En reparaciones
Seis años en astillerosDesde que en 2007 un incendio destruyó
parcialmente al Irízar, los trabajos de reparación sufrieron varios
retrasos y costos que fueron creciendo hasta alcanzar, hasta la fecha,
581 millones de pesos.
Las cifras por el incendio del rompehielos
Los millonarios costos de los arreglos, a los que se suman las campañas de los últimos años:
$ 491 millones Reparación parcial
Es el monto que se lleva gastado en los arreglos del rompehielos,
tras un incendio en abril de 2007. Las
reparaciones están avanzadas, pero el buque podría no estar en
condiciones para la próxima campaña.
$ 333 millones Seis campañas
Es el costo, hasta ahora, generado a raíz de la ausencia del Irízar,
para cubrir las tareas que cumplía el rompehielos. En las últimas seis
campañas de abastecimiento de las bases antárticas se debieron contratar
servicios de buques extranjeros.
$ 90 millones Seguridad y salvamento
Es el total aportado hasta la fecha para garantizar la seguridad en
las misiones antárticas, así como los equipos para salvamento, como la
provisión de botes, chalecos salvavidas y otros elementos para más de
300 tripulantes involucrados.
$ 200 millones Costo de un rompehielos
Es el precio estimado de un buque usado capaz de llevar adelante las
tareas necesarias de las misiones a la Antártida, que contemplan el
reaprovisionamiento de las bases antes de que las condiciones climáticas
hagan imposible la operación.
Malestar con Puricelli
Fuentes navales indicaron a LA NACION que muchos marinos dejaron
trascender su malestar con el mensaje del viernes del ministro
Puricelli, en la Escuela Naval Militar de Río Santiago, donde intentó
relativizar el fracaso de la campaña antártica. "Quiso presentar como un
logro la ayuda desesperada del gobierno de Uruguay, cuando el envío de
un Hércules C130 del país vecino pone al descubierto la escasez de
recursos de nuestra Armada", graficó un oficial. También se comentó que
en algunos destinos sensibles, como la Escuela Náutica, por falta de
recursos se levantó el servicio de guardia para bajar costos..
Del editor: qué significa. El incendio del Irízar, en 2007, fue
sucedido por una serie de contrataciones, demoras y gastos que
comienzan, seis años después, a rozar el escándalo.
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