Los dos
helicópteros pesados MI 17 que el Gobierno nacional adquirió el año
pasado a la Federación Rusa debutan en la campaña antártica de verano
2012-2013 que arrancaría a mediados de enero.
Una de las
dos máquinas de la Fuerza Aérea Argentina, matrículas H-94 y H-95, hizo
simulaciones operativas durante una semana en la localidad de Caviahue,
Neuquén, en octubre pasado. Los pilotos y la tripulación ensayaron
maniobras de traslado de carga y de pasajeros en ese escenario
patagónico parecido al que encontraran en el continente blanco. El
Estado Mayor Conjunto evalúa que el traslado hacia la base antártica
Vicecomodoro Marambio, asiento final del helicóptero matrícula H-95 no
se realice en vuelo sino a bordo del buque polar que el Gobierno arrendó
para cumplir con el abastecimiento y rotación de personal de bases.
Adjudicación
El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, firmó el miércoles
pasado la adjudicación de la licitación Nº 77/2012 para el alquiler de
un buque polar y un helicóptero pesado destinados al sostén logístico y
relevo de dotaciones de las bases antárticas. La firma Tranpsort &
Services se quedó con el contrato y recibirá por adelantado el 50 por
ciento de los 10.420.000 dólares ofertados en la licitación.
Contrario a
los deseos del ministro , los uniformados insisten en no arriesgar el
flamante helicóptero y su tripulación en un cruce en vuelo directo desde
Ushuaia hasta Marambio. La cautela militar tiene explicación, los
episodios de la fragata Libertad y de la corbeta Espora colmaron la
dosis de mala suerte y nadie quiere repetir el trance con la pérdida de
un helicóptero.
Características
Estos aparatos cuentan con tanques suplementarios para operaciones
de largo alcance, poseen flotadores para el caso de amerizaje en
emergencia, pueden transportar hasta 27 pasajeros sentados o hasta
cuatro toneladas en carga externa y disponen de una grúa para levantar
la carga desde la cubierta de un navío.
El comandante operacional del Estado Mayor Conjunto, brigadier
Humberto Trisano, tiene la responsabilidad primaria en la planificación,
dirección y ejecución del sostén logístico en las campañas que año a
año se ejecutan en apoyo de la actividad científica de la Dirección
Nacional del Antártico.
Las características técnicas y la probada robustez del MI 17 en la
fría estepa rusa no convencieron al aviador Trisano quien prefiere
enviarlo a la Antártida en la bodega del buque Timca alquilado por el
Gobierno a un grupo armador holandés.
Las máquinas llegaron al país con un pack mínimo de repuestos:
ruedas, fusibles, algunas herramientas, sólo lo necesario para el
mantenimiento del primer escalón, así se denomina a los ajustes
elementales a cargo del usuario del helicóptero. No se compraron partes
importantes como alabes de turbinas, paletas del rotor principal, mucho
menos aviónica de reemplazo para los componentes instalados a pedido de
la Fuerza Aérea.
Repuestos
El jefe aéreo, brigadier general Normando Costantino, pidió por nota
dirigida a Puricelli el completamiento de repuestos «a fin de no
comprometer la realización de la próxima campaña antártica y la
operación 2013». El ministro gestionó el contrato de adquisición de
repuestos con la firma rusa Rosoboronexport, asignó en tiempo récord la
partida y llenó de insumos a los aviadores. El H-95, es el ruidoso
aparato que se estrenará sólo en traslado de personal y carga entre
bases y destacamentos temporarios. Hubo funcionarios que pensaron en su
utilización para la tarea de retirar la carga del Timca -buque polar
alquilado- y distribuirla en las bases, en particular los tambores de
gasoil antártico. Desde la Fuerza Aérea aducen que los pilotos no están
entrenados en ese tipo de maniobra en un navío que no conocen. La
prudencia de los uniformados choca con una realidad: el oferente,
Transport and Services, que se alzó con la licitación del buque
polar también presentó un helicóptero Kamorv 32 que hará el acarreo de
la carga. El helicóptero no forma parte de la dotación del Timca, es
subalquilado a una empresa sudafricana y los pilotos, también
sudafricanos, nunca operaron en conjunto con la tripulación del buque,
se verán con ellos por primera vez en la Antártida.
La Argentina cuenta en la actualidad con 6 bases de actividad
permanente: Orcadas; Vicecomodoro Marambio; Carlini (ex Teniente
Jubany); Esperanza; General San Martín y General Belgrano II; y con 7
bases de actividad temporaria: Almirante Brown; Teniente Matienzo;
Primavera; Teniente Cámara; Melchior; Petrel y Decepción. Es el país con
mayor despliegue en instalaciones antárticas pero desde el hundimiento
del buque polar Bahía Paraíso (1989) y el incendio del rompehielos
Almirante Irizar (2007) perdió la ventaja estratégica de ser autónomo en
la logística.
Un país que presume de antártico no debería descuidar la importancia estratégica que significa ser autónomo en la logística.
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